La crónica de Volvo
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Por Christoph Büch (Berlin 2024)
En la década de 1930, Volvo modernizó sus vehículos tanto técnica como estéticamente. Dada la competencia internacional, se ofrecieron nuevas cabinas fabricadas totalmente en acero con frontal inclinado y calefacción opcional. Los modelos LV 76 a LV 97 con frenos hidráulicos en las cuatro ruedas cubrían un rango de pesos de 3 a 4,7 toneladas. Se siguió montando el probado motor Hesselman de seis cilindros y 75 o 90 CV. Las series LV 81 a LV 95 cubrían los mayores tonelajes: de 5,4 a 7 toneladas de peso bruto. Entre 1932 y 1935 Volvo fabricó 4692 ejemplares de las series LV 71 a LV 73 en el rango de peso de las 5 toneladas.
Volvo llevaba ya siete años fabricando camiones técnicamente sólidos. Estéticamente, sin embargo, se seguían ciñendo al estilo de los años 20 con la rejilla vertical del radiador. A partir de 1935, el diseño evolucionó a líneas más fluidas. La rejilla redondeada del radiador ahora tenía forma curva en la parte frontal. Las cabinas tampoco eran ya cuadradas sino que tenían techos redondeados. Estos cambios afectaron inicialmente a las series LV 76 a LV 78.
A partir de 1934 Scania-Vabis fue el único competidor sueco de Volvo ya que el ahora casi olvidado fabricante de camiones Tidaholm se había declarado en quiebra tras casi treinta años de producción. Scania-Vabis estaba especializada en camiones de mayor tonelaje y producía varios cientos de chasis al año mientras que Volvo producía una cantidad superior de camiones en el segmento de peso ligero. Volvo quería competir con Scania-Vabis también en las categorías más pesadas y para ello introdujo en 1937 un motor de seis cilindros de nuevo desarrollo, inicialmente de 6,7 litros pasando más tarde a 7,6. Este motor producía inicialmente 120 CV, pasando más tarde a 140, y también se ofrecía en versión Hesselman. Con un nuevo modelo de tres ejes, Volvo ahora cubría también los rangos de peso de hasta 13 toneladas. Las series LV 180 a LV 290, reconocibles externamente por su capó alargado, recibieron el apodo de "Nariz larga". Las opciones de equipamiento eran notables: se ofrecían a los clientes dos motores de 4,4 y 6,7 litros en versiones de gasolina o Hesselman, transmisiones de eje simple o tándem y tres distancias entre ejes. Entre 1937 y 1951 se fabricaron un total de 3.283 ejemplares de estas series. Estos vehículos sólidos y duraderos cubrían la gama de 7,5 a 13 toneladas de peso bruto.
En 1938 Volvo introdujo vehículos completamente rediseñados: el LV 105 y el LV 110, que adaptaba la estética de competidores americanos como Ford. Conocidos como "Narices puntiagudas", estaban destinados a la gama de peso ligero de 2,8 a 5 toneladas y se produjeron en cantidades cercanas a las 5.000 unidades hasta 1950.
A los "Narices puntiagudas" se unieron en las clases de peso superiores, de 6,4 a 9 toneladas, los "Narices redondas" de las series LV 120 a LV 140 a partir de 1939, lo que significó el fin de las formas angulosas de las gamas anteriores. En términos de diseño, construcción del chasis y calidad, Volvo estaba ahora a la altura de sus competidores internacionales.